He descubierto el centro del universo: Yo so EL CENTRO y el mundo da vueltas alrededor de MI. Esto podría sonar “políticamente incorrecto” viniendo de una madre; no deberían de ser mis hijos el centro de MI universo? A lo mejor debería de ser mi esposo? Como buena cristiana, se me ha dicho siempre que debo de ser la ultima, la servidora de todos; que para poder ser la primera, tengo que ser la ultima y eso es precisamente lo que he hecho por la mayoría de los años adultos de mi vida, y especialmente en los últimos once meses….Desafortunadamente, pienso que nunca seré la primera y mas que nada, algunas veces siento que no existo. De alguna forma siempre me pierdo entre los mandados, los deberes y las responsabilidades y termino sintiendo que ser la "servidora" en esta historia no me gusta mucho que digamos! Hace poco me fue recordado por Paulo Coelho, un escritor Brasileño, que para poder ayudar a otros, primero tenia que ayudarme a mi misma y encontrar balance. En uno de sus libros: La Bruja de Portobello,” Coelho nos dice que cuando nos encontramos a nosotros mismos, necesitamos encontrar nuestro centro....incidentalmente, este centro no es nuestro corazón, o nuestro cerebro, pero nuestro ombligo.
Vamos, quien piensa en el ombligo? En esta parte tan humilde de nuestro cuerpo? A menos que me este bañando y tratando que este bien limpio, no creo que yo pienso en mi ombligo del todo! Después de haber leído el libro, la idea de tener el ombligo como parte central de mi ser, se me quedo dando vueltas en la cabeza….me resultaba difícil hacer la conexión en ese momento pero también Coelho dice que uno no llega a ningún nivel de desarrollo personal sino a través del silencio y como el silencio ES oro en esta casa, es tambien bastante escaso! No me extraño seguir muy confundida.
En mi búsqueda constante por encontrar balance y el valor que merezco, siempre trato de tener aunque sea unos minutos de oración durante el día (o la noche) y establecer esa conexión con el ser superior de mi vida, pero la mayoría de las veces, me veo forzada a encontrar a Dios en los demás, en los que comparten mi vida y eso para mi, es mas real que cualquier numero de rosarios que recé al día. Con la ayuda del señor Coelho, descubrí en un minuto, que al descubrir mi centro, tambien puedo compartir los triunfos, alegrías, caídas, y los deseos del alma de los que yo amo. Mis hijos, vinieron de mi “centro” y yo vine del “centro” de otra persona y así la vida misma es transmitida a través de ese agujero en el estomago! Todos estamos conectados con el universo y con el creador, por medio del milagro de la vida y del amor que la hace posible. Después de tener este momento revelador en mi vida, he podido dejar de sentirme un poco menos servidora y mas como una roca que mantiene a todos a mi alrededor estables y seguros. A pesar que en este momento en mi vida mis metas personales están “en espera,” aun así siento que sigo creciendo, evolucionando y que he encontrado mi centro, con la ayuda de aquellos a los cuales yo les proveo seguridad y balance: Mi familia.
Yo soy el centro del universo, con Raci y nuestros hijos; con todo lo malo, lo bueno, lo ordinario y lo extraordinario, lo espiritual y lo mundano, nosotros somos uno pero también individuos…..cada uno somos el centro de nuestro propio universo.
Vamos, quien piensa en el ombligo? En esta parte tan humilde de nuestro cuerpo? A menos que me este bañando y tratando que este bien limpio, no creo que yo pienso en mi ombligo del todo! Después de haber leído el libro, la idea de tener el ombligo como parte central de mi ser, se me quedo dando vueltas en la cabeza….me resultaba difícil hacer la conexión en ese momento pero también Coelho dice que uno no llega a ningún nivel de desarrollo personal sino a través del silencio y como el silencio ES oro en esta casa, es tambien bastante escaso! No me extraño seguir muy confundida.
En mi búsqueda constante por encontrar balance y el valor que merezco, siempre trato de tener aunque sea unos minutos de oración durante el día (o la noche) y establecer esa conexión con el ser superior de mi vida, pero la mayoría de las veces, me veo forzada a encontrar a Dios en los demás, en los que comparten mi vida y eso para mi, es mas real que cualquier numero de rosarios que recé al día. Con la ayuda del señor Coelho, descubrí en un minuto, que al descubrir mi centro, tambien puedo compartir los triunfos, alegrías, caídas, y los deseos del alma de los que yo amo. Mis hijos, vinieron de mi “centro” y yo vine del “centro” de otra persona y así la vida misma es transmitida a través de ese agujero en el estomago! Todos estamos conectados con el universo y con el creador, por medio del milagro de la vida y del amor que la hace posible. Después de tener este momento revelador en mi vida, he podido dejar de sentirme un poco menos servidora y mas como una roca que mantiene a todos a mi alrededor estables y seguros. A pesar que en este momento en mi vida mis metas personales están “en espera,” aun así siento que sigo creciendo, evolucionando y que he encontrado mi centro, con la ayuda de aquellos a los cuales yo les proveo seguridad y balance: Mi familia.
Yo soy el centro del universo, con Raci y nuestros hijos; con todo lo malo, lo bueno, lo ordinario y lo extraordinario, lo espiritual y lo mundano, nosotros somos uno pero también individuos…..cada uno somos el centro de nuestro propio universo.
