sábado, 23 de octubre de 2010

Bofetadas por $1.00


En cierto bar de jugos en Mountlake Terrace, WA, una "bofetada en la cara" te cuesta un dólar...Yo me saque una de gratis el otro día de parte de Frankie.

No sé si alguna vez has recibido una bofetada en la cara, pero no creo que yo recuerdo haber recibido una, tal vez me gané una o dos en mi adolescencia, pero sinceramente, no deben haber hecho una gran impresión en mí porque no me acuerdo de ninguna. La que recibí hace un par de días me ardió en la cara solo por unas horas, pero sé que la recordaré por el resto de mi vida.

De más esta decir que todavía estamos luchando con Frankie en la escuela. Las cosas no están mejorando, tal vez están empeorando. Todos los días rezo para que él no le haga daño a nadie o que no este tan frustrado cuando llega a casa que su día terminen en ruinas. Al mismo tiempo, he estado tratando de ser positiva y tener paciencia infinita con él, pero no había llegado todavía al punto de que me hiciera daño a mí. Al fin llegó mi turno y me saque una bofetada en la cara. En la cara! Muchacho, me dolió mas mi orgullo que la cara. ¿Qué estaba haciendo mal? ¿Por qué este niño no me entiende? ¿Por qué está tan enojado que me está haciendo daño, a mí, a su madre, a la persona que probablemente más quiere en el mundo entero? Me quedé sin palabras. Por una vez en la vida, me quedé sin palabras. Su terapeuta dice que algunas veces le hablamos demasiado a Frankie y el no puedo procesar tanta información - en esta ocasión, no obtuvo muchas palabras de mi parte. Por supuesto, Frankie tuve que ser castigado después de la bofetada, pero la que más necesitaba espacio en ese momento era yo. Allí me senté, luchando entre estar enojada y avergonzada a la vez... Todas las campanas y silbatos estallaron en mi cabeza a la vez y las historias inquietantes que he leído en los últimos años acerca de padres maltratados por sus hijos autistas adolescentes irrumpieron en mi mente. Seguí diciéndome que esa NO era mi historia. Me niego a permitir que ese sea la historia de Frankie tampoco! Mi niño dulce está en algún lugar dentro de este niño enojado y sé que él va a salir, tarde o temprano. De todos modos, mis peores temores se perfilaron en ese momento - Frankie ha estado golpeando, mordiendo, pateando, huyendo - todo se me esta desmoronando y no soy capaz de pegar los pedazos de nuevo. Sé que algunos padres de familia estarán pensando en este momento que Frankie tiene un problema de disciplina. Tal vez que no somos lo suficientemente consistentes o estrictos con el. En realidad, lo que yo veo es a un niño que sufre y tiene dificultad para hacerle frente a su medio ambiente – un niño que no encaja en su propio mundo. Mi trabajo es ayudarlo a hacerle frente a todo esto y siento que le estoy fallando miserablemente.

Esta bofetada me ha despertado a una nueva realidad. Estos son los años que van a hacer o deshacer lo que ya hemos logrado con Frankie - bien puedo ayudarlo a hacer frente y adaptarse o se me va el barco por completo y mi hijo tendrá que luchar por controlar sus emociones durante un largo, largo tiempo. Yo elijo ganar este pleito y sé que lo lograre. Frankie me necesita para pelear por el y no para sentarme aquí a llorar sobre un rostro ardiendo y un orgullo herido.

La bofetada en la cara en la barra de jugos puede que te despierte en la mañana, pero la que yo recibí ese día hizo más que eso, me despertó por el resto de mi vida y no creo que vaya a quedarme dormida otra vez.

2 comentarios:

Isidro A Urtecho Mendoza dijo...

Orfa, se que es duro lo que estas pasando, pero recuerda algo Frankie tu hijo es un angel, no lo olvides, sigue adelante, no desmayes, eres una madre escepcional... Dios te bendiga

ORFA dijo...

Las cosas estan mejorando, Iz, poco a poco, y con mucha fe y oracion. Este es solo una piedra en el camino, no el camino completo. Despues de esto, todos vamos a salir mas fuertes :-) Gracias por tus palabras de animo de siempre.