domingo, 17 de enero de 2010

Mi crisis de la mediana edad


Hay crisis y hay crisis, pero la crisis de la mediana edad (middle age) tiene muy mala fama! Acaso llega a los cincuenta? o llega a los cuarenta? No se sabe muy bien porque es diferente para todos pero una cosa es segura, de que llega, llega. Y es que no hay chance de salvarse porque en un momento u otro, todas las partes que hemos estado balanceando durante nuestra vida adulta, empiezan a desequilibrarse, sea por un temblor suave o por un verdadero cataclismo! Dije partes? Si, estamos hechos en partes! Somos un rompecabezas que tiene muchas partes pero las dos principales son el cuerpo y el alma. Algunos pasamos la vida trabajando el cuerpo, cuidándolo, sacando músculos, embelleciéndolos y sobre todo, y de eso pecamos muchas, vistiéndole muy bien! Ahora, el alma es otra historia....Mientras crecemos, podemos identificar de quien vino esta o aquella parte de nuestro cuerpo...Yo se que tengo la nariz de mi papa, los ojos de mi mama, la piel de mi abuelita y bueno, los genes de gordita son de los dos lados - no hay salvación! La parte física, pues esa es fácil de definir...la difícil es saber identificar mi alma. De que tengo alma, tengo alma, no hay duda alguna, sino como explico mis emociones, mis sentimientos, mis pensamientos y sobre todo, mi voluntad y mis decisiones? Tiene que haber algo más dentro de mí que solo bio-productos de la química y las células en mi cuerpo. Como parte de mi crisis personal de mediana edad, me doy cuenta ahora que necesito mas de lo que mis cinco sentidos pueden trasmitir y confirmar; necesito creer mas de lo que veo, sentir mas de lo que toco, experimentar mas de lo que huelo o saboreo, pero mas que todo lo demás, necesito CREER mas de lo que oigo. Digo esto por que la Fe, la verdadera Fe que cambia vidas y mueve montanas es probablemente ciega pero no puede ser ni sorda ni muda. Si me pongo ha recordar los comienzos de mi fe, para que esta naciera y creciera en mi, tuvo que ser promovida por una experiencia personal, que probablemente tuvo mucho que ver con el silencio y con saber escuchar. Y he aquí, el gran misterio....No solo soy cuerpo y alma pero también soy ESPIRITU, el espíritu es el pegamento que me mantiene unida como un ser completo. El espíritu divino, el que he experimentado en diferentes momentos de mi vida, ese es el que me da la fuerza para no derrumbarme y no caerme en pedacitos cuando el viento sopla fuerte o cuando la confusión me invade. Para mi, experimentar la crisis de la mediana edad, ha sido una oportunidad para tener un re-encuentro con esa que yo fui, la que ya no soy mas y la que quiero volver ha ser, pero esta vez, mucho mejor. Mi crisis se compone mayormente de encontrar mi espíritu; el espíritu que viene de lo alto; el espíritu que una vez entro en mi alma y uso mi cuerpo para poner en obras mi Fe. Estoy en la búsqueda del Espíritu que le dio sentido a la primera parte de mi vida y se me perdió en el camino...ahora que lo encuentre, se que la segunda parte de mi vida será mucho mejor que la primera porque esta vez, no lo perderé mas!

1 comentario:

Isidro A Urtecho Mendoza dijo...

Encontrase a si mismo, desde a dentro, para saber y darle sentido importancia a la vida es lo que llena al hombre, cuando este ha llegado a niveles dificiles en su largo caminar, para poder entender que no solo somos un cajon vacio tenemos que saber que fuimos creados por alguien que nos ama al extremo, y nos dio a \demas de cuerpo y alma su santo espiritu, este que nos hace ser mejores cada dia, que nos guia y nos da fuerza, que nos ensena a ver con los ojos del alma y nos lleva a niveles inusitados de contemplacion y amor continuo, solo el hombre que encuantra su espiritu en la verdad de Dios puede entender que no esta solo..